Categoría: De dónde viene

DE DÓNDE VIENE: agenda

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Por Sergio Embleton Márquez

Hago mal en encomendar a la memoria mis pendientes. A veces se me olvida lo que tengo que hacer: tareas, citas, compromisos o cumpleaños. Mi memoria me ha traicionado incontables veces. Siempre me dicen «¿por qué mejor no te compras una agenda para apuntar todas esas cosas? Así sabrás bien qué hacer». ¿Qué? ¿Comprarme una libretita para anotar mis actividades? Apuesto a que también se me olvidaría llevármela. Agenda, agenda… ¿Por qué esa libretita se llama agenda?

Como soy curioso, me puse a investigar acerca de esa palabra. Primero traté de analizarla por mí mismo: sin duda, se trata de una palabra de origen latino (parece que descubrí el agua tibia). En efecto, es una palabra latina; para ser más específicos, un verbo. «Agenda» viene del verbo agěre, que significa en un principio «to put in motion, to move», pero también, en un sentido más general, «to do, act, labor», de acuerdo con el A New Latin Dictionary de Lewis y Short. Ahora bien, «agenda» es una forma del verbo latino denominada gerundivo. El gerundivo es un adjetivo verbal que expresa una noción de obligación y futuridad (cf. Menge: 730-31). «Agenda» es una palabra de género neutro y está en plural. Esta forma verbal puede ser traducida de varias formas:

  • Las cosas que deben ser hechas
  • Las cosas que deben hacerse
  • Las cosas que han de hacerse
  • Las cosas que se han de hacer
  • Las cosas que han de ser hechas

O más fácilmente:

  • Lo que hay que hacer.

En este punto, creí que mi análisis tenía cierta lógica.

Finalmente, después de mis análisis y elucubraciones, decidí ir al Diccionario de la lengua española de la RAE a revisar la entrada de este vocablo. Leí esto: «agenda (Del lat. agenda, cosas que se han de hacer). f. Libro o cuaderno en que se apunta, para no olvidarlo, aquello que se ha de hacer». Vaya, no estaba errado. Ahora, el porqué del nombre de aquella libretita cobraba mucho sentido. Todo el sentido. Me han estado recomendando una solución para mis olvidos. La agenda, desde su nombre mismo, me está diciendo que ella recordaría mejor que yo qué tanto tengo que hacer. Necio de mí por no hacer caso y comprarme una para no seguir olvidando mis pendientes.

Sergio Embleton Márquez (México, D.F., 1990). Egresado de la Licenciatura en guitarra en el Conservatorio Nacional de Música y estudiante del último año de la Licenciatura en Letras Clásicas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente, es profesor adjunto de la cátedra de Latín VII en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Bibliografía:

Lewis, Charlton y Charles Short. A New Latin Dictionary. Oxford: The Clarendon Press, 1891.

Menge, Hermann. Lehrbuch der lateinischen Syntax und Semantik. Darmstadt: WGB (Wissenschaftliche Buchgesellschaft), 2009.

Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe, 2001.

BARBAJANERÍAS: Etimología de albur

COLOQUIALISMO: VIEJITA, PERO VIGENTE

Quizá tenga mala fama, como muchos arcaísmos (que son relacionados con el pueblo, con los abuelos o con gente «inculta»), pero esta es una palabra correcta, usada con mucha frecuencia y por mucha gente, de ahí su vigencia desde 1732 (fecha en que fue registrada por primera vez) hasta la fecha y pue´que nos sobreviva. Así que no hay que hacerle mala cara a dizque.

coloquialismo-dizque

PALABRAS AL DENTE: GASTRONÓMICO Y CULINARIO

¿Por qué no es igual decir gastronómico y culinario?
palabrasaldente-culinario
Hay algunos estudiosos de la lengua que dicen que la definición que presenta el DRAE sobre gastronomía es «floja» y haciendo un análisis lingüístico de la palabra podemos ver que es cierto.

GASTRONOMÍA.
(Del griego γαστρονομία).
1. f. Arte de preparar una buena comida.
2. f. Afición a comer regaladamente.

La etimología de gastronomía se compone de gaster, gastrós ‘vientre’, ‘estómago’ y de -nomos: conjunto de leyes, normas o reglas, lo que pasa al español como -nomía: astronomía, economía, gastronomía, etc. De tal forma que gastronomía es también (y no lo menciona el DRAE) conjunto de leyes, reglas o normas relativas a la cocina.

El presidente de la Academia Asturiana de Gastronomía, Eduardo Méndez Riestra, agrega atinadamente una definición de gastronomía (gastrónomo): «Aquel que no sólo conoce la materia de la que habla sino que, mediante su pluma, también la fija sobre el papel no sólo para contribuir a ilustrar a los que quieren saber sino también para que esos materiales permanezcan en la memoria colectiva».

Entonces, gastronomía no solo es el arte de preparar una buena comida o la afición a comer regaladamente, sino el estudio de este arte, el conjunto de leyes, reglas o normas que lo rijen y que, además, se plasma en documentos para el conocimiento colectivo.

Por lo tanto, no es igual decir gastronómico que culinario. La última se refiere a:

CULINARIO.
(Del latín culinarĭus).
1. adj. Perteneciente o relativo a la cocina.
2. f. Arte de guisar.

Podemos aventurarnos, entonces, a decir que lo gastronómico más que un arte es una ciencia y que lo culinario solo es un arte. Podría ser…