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SEMÁNTICA: halar y jalar, dos formas correctas

semantica-halar y jalar

Por Gabriel Páramo

Hace pocos años, en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima, Perú, me enfrenté a un pequeño problema lingüístico que, aunque no pasó a mayores, ilustra cómo las pequeñas diferencias hacen que un idioma adquiera sus propios rasgos de acuerdo con las regiones.

Estaba cansado pues tenía unas cuatro horas en el aeropuerto y me quedaban, al menos, otras cuatro y quería entrar a una sala cerrada. La instrucción era sencilla, pero completamente ininteligible para mí: “hale”. Pensaba que mi destino era quedarme sin entrar en esa sala, cuando un amable empleado me dijo: “Si quiere entrar, solo hale”. La magia de la palabra hablada resolvió el enigma; lo que no comprendía escrito, era más o menos claro hablado. Por supuesto, se refería a “jale”, como se pronuncia la palabra en México.

Esta anécdota demuestra cómo a veces las pequeñas diferencias son más impactantes que las grandes, para las que de alguna manera estamos preparados. El caso de “halar”, que se emplea en muchos países de Sudamérica, es bastante curioso. Existe un “halar” que significa “tirar de un cabo, de una lona o de un remo en el acto de bogar”, pero que en países poco marineros como México tiene muy poco uso; por otra parte, “halar”, cuando quiere decir “jalar”, se usa no solamente en muchos países de Centro y Sudamérica, sino en Andalucía y, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia, proviene de la voz francesa “haler”, mientras que “jalar” que la RAE considera un coloquialismo para “hacer fuerza para traer” se emplea en los demás países de habla hispana.

PRECISIONES: PORCIENTO ES DIFERENTE DE POR CIENTO

AMERICANISMOS: ¡Ah, qué pendejo!

Latin America and the Caribbean

Según el DRAE un americanismo, en su acepción número 6, es:  m. Vocablo, giro, rasgo fonético, gramatical o semántico peculiar o procedente del español hablado en algún país de América.

 


Entremos en materia y hablemos de pendejadas; oyeron bien, de las diferentes acepciones que tiene esta palabra en algunos países de América.

 

DRAE. (Del latín *pectiniculus; de pecten, –inis, pubis). m. Pelo que nace en el pubis y en las ingles. 2. coloq. Hombre cobarde y pusilánime. 3. coloq. Hombre tonto, estúpido

 

México. adj. Cobarde, pusilánime y, por eufemismo, tonto, torpe, estúpido. Término gravemente injurioso y obsceno, y en todas partes impropio de gente educada (Diccionario de mexicanismos).

 

Aunque el Diccionario de Mexicanismos menciona estas acepciones, el uso común y más frecuente en México es tonto, torpe, menso, estúpido. No se utiliza para referirse al pelo púbico.

 

«No puedo creer que sea tan pendejo: le dio la clave de su tarjeta de crédito a su novia.»

 

«Te haces pendejo, sabes de qué estoy hablando.» (En este caso la acepción tiene que ver con hacerse guaje: engañar, hacerse el bobo, el desentendido).

 

Efectivamente, es un insulto, pero cuando suele decirse entre amigos la intensidad baja.

 

Perú. sust. persona astuta, taimada. 2. sust. sobre mujeres, implica libertinaje sexual o engaño conyugal.

 

«Carlos es un pendejo, siempre que lo mando a pagar algo se queda con mi cambio.»

 

«Arturo está casado con una pendeja; todos sabemos que lo engaña y él no se da cuenta.»

 

Costa Rica. sust./adj. tonto, inepto para algunas cosas.

 

Ecuador. adj. cobarde, asustadizo.

 

Guatemala, Colombia y Honduras. sust./adj. tonto, idiota.

 

Chile. sust./adj. joven, adolescente. «Está muy pendeja como para ir a bares, ¿no?»

 

Paraguay. sust. muchacho, novio. «Juan es el pendejo de Carina».

 

Argentina y Uruguay. sust./adj. adolescente o aquel que parece serlo por su aspecto o comportamiento. «Pareces una pendeja, no has cambiado nada. ¿Cómo le haces?» «Siempre te comportas como un pendejo, ¿cuándo vas a madurar?»

 

Bolivia. adj. astuto, taimado. 2. Vello púbico.

 

A colación viene un chiste que mandó Eduardo de Bolivia:

 

– Oye, ¿sabes por qué a Pepe le dicen pelo del ombligo?
– No, ¿por qué?
– Porque no es bello ni pendejo.